Jorbelys fue mi primera profesora de Yoga entre diciembre de 2017 y marzo de 2018. El haber conocido Yoga con ella no solo fue una experiencia muy gratificante, sino sobre todo intensa, ya que enseguida se hizo evidente que los ejercicios y posturas que nos planteaba tenían su preparación, ritmo y exigencia.
Siempre estaba atenta a lo que necesitábamos sus alumnos, ya sea una molestia física (guiándonos para no ocasionar una lesión) o, al contrario, la búsqueda de un mayor esfuerzo para las alumnas que estaban más avanzadas en la práctica.
Al final de las clases había un espacio para la meditación, a esto siempre ella le daba su lugar de forma importante, para relajar tensiones y asumir el efecto de la práctica en nuestro cuerpo. Aprovecho entonces lo mencionado, para agradecerte Jorbelys, por haberme iniciado en los ejercicios de Yoga con mucha responsabilidad, empatía y de forma amena.
¡Sus clases fueron a la vez atractivas y desafiantes!