Las prácticas de Jorbe son un total reflejo de lo que ellas es como persona.
Son unas clases te dan paz y te inspiran a dar más cosas bellas de ti. Por mi parte me encantan sus clases, desde la meditación hasta cuando nos hace sudar jaja. Jorbe no escatima en conocimientos, en una profe que le importa cómo se sienten sus alumnos durante la práctica y que aprendan al mismo tiempo.
Jorbe simplemente es un mar de cosas bellas y estoy agradecida con Dios y el universo por ponerla a través del yoga en mi camino de vida.